El echo ocurrió en el océano Atlántico cuando desapareció un submarino turístico que realizaba una inmersión para ver los retos del RMS Titanic.
El echo ocurrió en el océano Atlántico cuando desapareció un submarino turístico que realizaba una inmersión para ver los retos del RMS Titanic.
Un submarino turístico de la compañía OceanGate Expeditions, utilizado para llevar a turistas a ver los restos hundidos del Titanic, desapareció en aguas del Océano Atlántico con cinco pasajeros a bordo, lo que provocó que se inicie una misión de búsqueda y rescate, según confirmaron los guardacostas de Boston, Estados Unidos.
Los restos del Titanic se encuentran a unos 3.800 metros de profundidad y a unos 640 kilómetros de Terranova, Canadá. Para quienes desean conocerlo, hay distintas empresas que se encargan de realizar viajes turísticos hacia esa zona.
OceanGate Expeditions, es una de las compañías que organiza este tipo de expediciones, y recientemente había anunciado en sus redes sociales que una expedición para ir a ver los restos del Titanic “estaba en marcha”.
De acuerdo con lo que promociona la compañía, el viaje en su sumergible de fibra de carbono es “una oportunidad para salir de la vida cotidiana y descubrir algo verdaderamente extraordinario”.
En su sitio web, se anuncian viajes de siete días para ver los restos del Titanic y se especifica que su precio son unos 250.000 dólares. Dura aproximadamente ocho horas: dos horas y media de bajada, tres horas en el fondo marino y otras dos horas y media de subida.
El modelo Titan de OceanGate, el cual permanece desparecido, puede sumergirse a 4.000 metros y puede llevar a cuatro personas más el piloto. El principal problema es que con ese número de tripulantes, puede estar hasta 96 horas bajo agua, por lo que la operación de rescate comenzó de inmediato.
El trasatlántico Titanic
En 1912, el Titanic chocó contra un iceberg en su viaje inaugural. Originalmente recorrería de Southampton (Inglaterra) a Nueva York (Estados Unidos). De los 2200 pasajeros y tripulantes que viajaban a bordo, murieron más de 1500. Entre ellos, se distinguían algunas de las personas más acaudaladas del mundo, así como migrantes que perseguían el “sueño americano”.
Sus restos fueron descubiertos recién en el 1985 y está dividido en dos partes, dado que la proa y la popa están separadas por unos 800 metros. El mes pasado se creó el primer escáner digital a tamaño real del barco utilizando cartografía de aguas profundas, lo que permitió apreciar detalles minúsculos, como el número de serie de una de las hélices.
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