Las legisladoras María Pía Chiacchio Cavana, Tere Cubells y Analía Flores, son coautoras de un proyecto de ley que tiene como fin concientizar e
Las legisladoras María Pía Chiacchio Cavana, Tere Cubells y Analía Flores, son coautoras de un proyecto de ley que tiene como fin concientizar e implementar en todo el territorio provincial, capacitaciones y talleres destinados a abordar de manera integral y transversal, la prevención y erradicación de los discursos de odio.
El mismo, entiende como discurso de odio a cualquier tipo de comunicación ya sea oral o escrita, o también comportamiento, que ataca o utiliza un lenguaje peyorativo o discriminatorio en referencia a una persona o grupo en función de lo que son, en otras palabras, basándose en su religión, etnia, nacionalidad, color, ascendencia, género u otras formas de identidad.
La propuesta pretende generar las habilidades y herramientas necesarias para realizar un análisis crítico desde un enfoque interseccional en el abordaje de la discriminación, desafiando activamente las narrativas de odio y cualquier factor que las alimente.
Además plantea instituir el día 18 de junio de cada año como el “Día provincial para contrarrestar el Discurso de Odio”, con el fin de difundir, concientizar y visibilizar a través de campañas de comunicación pública oficial la información para la prevención, sanción y erradicación de los discursos de odio.
Otro de los artículos, propone crear el Programa de Concientización contra los Discursos de Odio, a través del cual se deberá realizar y coordinar, campañas de difusión, información y concientización sobre las implicaciones negativas de los discursos de odio en el ámbito familiar, social y comunitario, tecnologías de la información y las comunicaciones en medios tradicionales y no tradicionales como las redes sociales; diseñar e impulsar campañas públicas tendientes a la valorización del pluralismo social y cultural, y a la eliminación de actitudes discriminatorias, xenofóbicas, racistas o negacionistas; entre otras cosas.
Las diputadas basan su propuesta en que “estos discursos promueven e instigan la discriminación y la violencia sobre una persona o grupo de personas, transformando algunos de sus rasgos identitarios en objeto de señalamiento negativo, transformando las diferencias en elementos para promover e instigar la discriminación, la violencia y la desigualdad.
Precisamente, una de las consecuencias de los discursos de odio es la deshumanización porque despojan a determinadas personas o grupo de personas o colectivos de aquellos atributos que las o los definen como tales y, de esta forma, legitiman la negación de la igualdad como base de la convivencia y, por ende, el acceso universal a los derechos humanos y de la ciudadanía, afectando seriamente nuestro sistema democrático”.
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